Recetario: Spaghetti alla Carbonara

lunes, 15 de marzo de 2010
Los 3 miembros de este blog somos seres más o menos autosuficientes culinariamente hablando. Cierto que no a los 3 nos gusta por igual el mundo de la cocina, pero cada uno sabe hacer unos cuantos platos y alguna vez hemos hablado de ello. Así que, al menos yo, iré colgando recetas más o menos sofisticadas en este blog por si a alguien le sirve de algo en alguna ocasión. Empiezo por una receta sencillita, la del título.

Es que, francamente, estoy hasta las narices de las salsas carbonara de pega, con una mención especial para las de sobre o tarro, ¡qué cojones es eso! Y, bueno, cómo olvidarme, aquel estudiante que haya pedido este plato en la facultad de psicología de la UAM sabrá que aquello se parece más a una sopa de nata que a la salsa carbonara.
La carbonara que traigo yo aquí no sé si será la más auténtica, pero a mí es la que mejor resultado me ha dado. Está sacada de un libro de cocina que no sé si será de fiar o no, pero que tengo desde hace unos 10 años, aunque con el tiempo he ido modificando algún detalle; en otra ocasión colgaré alguna receta de cosecha propia.

De lo que he leído sobre su origen, me quedo con esta historia, que he encontrado en el blog de gastronomiaycia. Cuenta que su origen se encuentra en Carbonara (obviamente), al norte de Italia, una zona montañosa de minas de carbón plagada de trabajadores de este sector. Cuando los mineros llegaban a casa para comer, se preparaban un plato de pasta con lo que tenían a mano, que solía ser manteca de cerdo, carrillera curada y huevos.
Lo que hacían era deshacer la carrillera en la manteca a fuego lento, mientras cocían la pasta que después añadirían a la carne. Cuando esta elaboración estaba lista, se la servían, y para aportar al plato algo más de sustancia, añadían un huevo batido, y removían la pasta rápidamente para que el huevo no cuajara y así obtener mayor cremosidad.
El plato de pasta se comía en el momento, así que se supone que se sentaban sin cuidar mucho su higiene y con el movimiento de la ingesta en sí se iba desprendiendo el carbón que llevaran encima, siendo este el origen que la da nombre de Carbonara.
No muy creible, supongo. Pero bonito.

Es muy fácil de hacer.

Ingredientes para 250 g de pasta seca:
-Una cucharada de de mantequilla
-Un chorrete de de aceite de oliva extra virgen
-150 g de panceta en rodajas pequeñitas (o un poco más si se quiere un plato más contundente)
-60 ml (unas 4 cucharadas soperas) de vino blanco (recomendación: si bien no te vas a dejar una pasta en un vino para cocinar, mejor comprar algo mínimamente decente y no tirar del típico brik de Cumbre de Gredos)
-3 yemas de huevo (otra posibilidad es echar también las claras, eso también es elección libre)
-2 cucharadas soperas de queso parmesano rallado (aunque a mí me gusta echarle un poquito más)
-2 cuharadas soperas de queso pecorino rallado (en caso de no tener a mano el pecorino, 2 más de parmesano)
-1 cucharada sopera de perejil bien picado
-Sal y pimienta negra al gusto


Preparación:
-Poner a hervir el agua, más o menos utilizar sobre un litro por cada 100 g de pasta.
-Mientras tanto, en una sarten pequeña poner la mantequilla y el aceite de oliva a fuego más bien fuerte. Cuando la mantequilla se haya derretido, agregar la panceta y cocinar hasta que esté dorada, no tostada (que entonces la hemos jodido). Echar el vino y seguir cocinando hasta que se haya reducido a la mitad. Retirar del fuego y reservar.
-Cuando el agua esté hirviendo, agregar 1 cucharada de sal y sumergir toda la pasta. Ni aceite ni leches, es innecesario.
-En una fuente de suficiente tamaño como para que luego al remover no tires la mitad de la comida al suelo, batir ligeramente las yemas de los huevos con el queso rallado, el perejil, un poco de sal y un poco de pimienta. Y cariño, mucho cariño.
-Cuando esté cocida la pasta (el punto depende de cada uno, yo sí que la prefiero más "al dente"), volver a poner la sarten con la carnaza a fuego fuerte. Mientras, se cuela la pasta y se añade a la fuente con la mezcla de las yemas y el queso. Mezclar hasta que la pasta esté bien impregnada con susodicha mezcla y agregar la panceta desde la sartén.
-Servir de inmediato.

Et voilà. Una receta sencilla y rápida.



4 comentarios:

n.S. dijo...

Mi compañero de piso de Rumanía nos la hacía a veces cuando veníamos de borrachera, o al día siguiente de resaca.
Mano de santo.
Eso sí, hay que vigilar que cuando se come todo el mundo tenga más o menos el estómago aposentado. Si no, es algo realmente espantoso.

Dain dijo...

Desde luego es un plato contundente, a mí me encanta.
En Madrid hay un local que sirve pasta durante toda la noche, no sé si con boloñesa o carbonara. El caso es que es un sitio cerrado al que tienes que llamar para que abran, tendríamos que probarlo.

Filiola dijo...

La carbonara debe ser oficialmente la pasta más pesada del catálogo :S Sí, aconsejabilísima para la resaca (con la seguridad de que el estómago no está revuelto). ¡Enhorabuena por el blog! Han quedado publicitados en el mío. Un besito, Nacho.

nujki dijo...

El sitio ese sirve spaguettis,
sí, pero a la bolognesa. El día que lo descubrí, y a esas horas, y en esas condiciones, realmente, como si me los hubiesen puesto solamente cocidos...pero los recuerdo com bastate decentes y muy abundantes.

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