Estos días me he visto sorprendido por los distintos comentarios y argumentos que han defendido la ausencia de total responsabilidad en la muerte de los atropellados en la estación de Cercanías de Castelldefels (Barcelona).
Ya dijo John Stuart Mill que cada hombre es dueño de su propio destino y que la libertad comienza con el dominio de uno mismo. Y en eso entra el dominio de cualquier prisa o impacicencia que pudieran tener. Lo que dijo Mill, queridos lectores, es la base de nuestro podrido sistema liberal: el individuo es dueño de sí mismo y de sus actos. ¿Qué quiere decir esto? Algo tan sencillo como que cruzar unas vías del tren de noche, con poca visibilidad, es MALO y que el mero hecho de hacerlo aumenta las probabilidades de fallecimiento en un alto porcentaje. Que sea algo malo de por sí… ¿qué quiere decir? que el hacerlo es una idea tan mala, tan inapropiada y tan peligrosa que no puede ser evitada por nadie excepto por quien la tiene y la ejecuta.
Con esto quiero decir que, aún sintiéndolo mucho por las víctimas de esta tragedia, ellos, y sólo ellos, son los principales culpables de su propio y trágico fin. ¿Por qué? Porque la decisión de cruzar por una zona indebida en unas condiciones que coadyuvaban el peligro fue suya y de nadie más. Por eso, estos días, me quedo helado cuando veo cómo se tiran balones fuera para evitar mencionar la responsabilidad de estas personas.
“La culpa es de Adif por cerrar el paso elevado”. En primer lugar debo explicar que Adif es una compañía que gestiona la infraestructura ferroviaria de la antigua entidad Renfe. Adif se encarga del mantenimiento, construcción de la red ferroviaria española. Acerca de la gestión de las estaciones, la misma entidad pública dice en su web sobre las mismas.
“(…) en los que se han de atender las necesidades propias del viajero y de las personas que acuden a su encuentro. Requerimientos tales como la accesibilidad, la adecuación de sus diferentes espacios y la prestación de los propios servicios ferroviarios”.
Perfecto, Adif debe garantizar la accesibilidad en las estaciones…hasta aquí, todo bien, el problema es que Adif garantizó la accesibilidad con el paso subterráneo ya existente. El hecho de que éste estuviera colapsado por la afluencia masiva de público hacia la playa en fiestas no deja de ser un elemento más para remarcar la importancia de la decisión individual que tomaron estas personas al cruzar la vía. Espérense ustedes un poco…y vivirán más, así de sencillo. Adif garantizó el acceso mediante dicho paso, pero no es culpable de que mucha gente vaya a la fiesta de la noche de San Juan.
“La culpa es del Estado/Generalitat por no tener vigilantes”. En el mes de agosto de 2007 yo subí a la torre Eiffel, y sobreviví. Como lo hice cuando volví dos años después. ¿Por qué? No se debió a que personal de seguridad me prohibiese tirarme, sino a que yo sabía que si me tiraba, probablemente, no sobreviviría. Y yo lo sabía. No se puede derivar la responsabilidad que tienen las víctimas en el cruce indebido de las vías a que no hubiera nadie allí para prohibírselo. Cada persona es libre y responsable de sí misma, de su integridad y seguridad física. Cada persona es un ser racional que debe tomar decisiones lógicas y consecuentes a una serie de fines (permanecer vivo) al margen de cualquier cohibición o punición externa. La ausencia de personal de seguridad en la estación esa noche no es ninguna excusa: si usted cruza una vía es problema suyo, y la decisión, incorrecta, no debe ser tomada nunca, con o sin seguridad que le llame la atención o le prohíba hacerlo. Yo no me lancé me de la Torre Eieffel porque sabía que era malo…y nadie me lo tenía que prohibir para que yo lo supiese.
“Es que en Sudamérica no hay pasos para peatones en las líneas de ferrocarril”. Este argumento es vago y racista, pero venía dado por el familiar de una víctima según decía un rótulo televisivo. Igual de racista es que yo tire de esto como que a la persona se le ocurra ponerlo como causa del accidente. Estas personas sabían que un tren mata, independientemente de si en Sudamérica (gran generalización=pobre argumento) hay pasos para peatones o no. Tú tienes que saber que se cruza por donde se debe, aunque en tu país de origen no haya pasos, aquí sí los hay, úsalos. Y es partir de una posición muy racistas el dar la idea de que no estaban acostumbrados a hacerlo, y parece que estamos equivaliendo a las víctimas con el perro de Paulov, “como no sabían qué era un paso adecuado para cruzar las vías…no lo usaron” ¿en serio es eso lo que se quiso decir?
“Hay que construir una red de vías para transporte de largo recorrido/alta velocidad al margen de la usada por los Cercanías y trenes de corta distancia”. Además de una gilipollez es una demagogia de lo más barata. En España, durante 2002, sólo un 5% de los viajeros usó el tren como medio de transporte entre provincias. Un 3,4% del transporte de mercancías se hizo mediante línea ferroviaria. Con estos datos…y aunque haya habido un aumento de la afluencia de viajeros por tren gracias a la creación de nuevas líneas de AVE, mayor trenes en servicio de modelos Alaris… ¿tiene sentido que el Estado gaste cientos de millones de euros en construir unas líneas férreas nuevas y alternativas a las ya existentes? ¿Tiene sentido que creemos toda una nueva red de carreteras y autopistas sólo para camiones? Parece una tontería…construir una línea de ferrocarril implica expropiar terrenos, destruir el medio, años de “combates legales” si los dueños de los terrenos (particulares o públicos) se niegan a cederlos, un alto gasto en personal cualificado intensivo (los ferrocarriles los construyen los ingenieros…en general...y cobran pasta) y extensivo (mucha gente que cobra poco)…esta idea queda descartada.
CONCLUSIÓN: no pretendo tirar mierda sobre las víctimas, pero sí hacer un llamamiento a que esta desgracia, que ha destrozado 13 vidas y la de muchas familias, sirva como una reflexión hacia la importancia que tiene la responsabilidad del individuo. Vivimos en una sociedad sumamente indolente y acostumbrada a tenerlo todo hecho y fácil, y a buscar responsables ajenos para unos problemas que nos son propios y que debemos, sino resolver, que también, al menos evitar. Ni el Estado, a través de sus entiedades, ni el maquinista, ni una alineación indebida de planetas…tienen la culpa del accidente de Castelldefels, éste se debe a una decisión indebida tomada por las prisas y la impaciencia y que no se analizó de manera cuerda y debida. Ni más, ni menos.