Recortar en educación

martes, 22 de mayo de 2012

Se podría tomar esta frase como el primer paso a seguir del manual “¿Cómo conseguir hundir un país?”, pero lo cierto es que un país no se hunde tal cual, no se hunde sin motivo y sobre todo, no se hunde solo. La falta de educación en un país significa gente más poderosa por un lado y gente más sumisa por el otro. Porque la información y la educación son herramientas clave para pensar, opinar y discrepar. La información y la educación son poder y el poder se amasa mejor entre pocos.

Que un Gobierno recorte en educación dice mucho de sus ideales políticos, de lo que entiende que es clave para llevar un país y de cómo quiere que viva su pueblo. “Un pueblo inculto, es un pueblo fácil de dominar” dijo el Che, y tenía razón. La incultura es la que hace que estos días haya podido escuchar frases del tipo: “A ver, es que si el país se hunde, habrá que recortar en todo lo que se pueda”, “Los profesores que no se quejen, que tienen tres meses de vacaciones” o “Pues yo cuando estudiaba en el colegio, éramos 40 en clase y no ha pasado nada”. Para empezar, a este último le hubiese dicho “Mira, pues tú muy bien no has quedado” y para seguir, les explicaría que un país no avanza si no avanzan sus ciudadanos, si no valoramos a las personas cualificadas como se merecen y si no ponemos los medios para que una persona con futuro no se quede por el camino sólo por no tener los medios económicos para costearse los estudios.

El que suban las tasas universitarias, amparándose en que ahora son “casi regaladas” o en que “no puede entrar todo el mundo en la Universidad”, deja de lado múltiples variables a valorar: cinco millones de personas que están en paro, un millón de familias en las que ninguno de sus miembros tienen trabajo, familias en las que ninguno de sus miembros ingresa más de mil euros al mes, y un largo etcétera de aspectos sociales que no están siendo tenidos en cuenta. Para más inri, más dificultades para obtener una beca. Si ya estaba complicado el panorama para algunos, ahora suben la nota para poder acceder a estas ayudas. Nuevas variables sin tener en cuenta: gente que trabaja al mismo tiempo que estudia para costearse la carrera y no puede dedicar todo el tiempo al estudio, gente que trabaja para comer y no se puede pagar la carrera, gente que necesita un master, doctorado, curso de experto, etc. para poder trabajar y no puede pagar los más de dos mil euros que cuestan estos estudios. De este modo no estamos cribando por excelencia, sino por renta.

Recortar en educación supone generaciones perdidas, generaciones de retraso, algo que no se puede recuperar. Y hacer todo esto es un alarde de estupidez absoluta. Perder valores en alza como son la educación, la investigación, el desarrollo y no tratarlos como es debido denota que la incultura también ronda en las altas esferas, quizá donde más. Pero no se preocupe, señor Wert, que en unos años, entre tanto inculto, no se le notará a usted tanto. Pero empéñese bien, porque ahora mismo, se le da a usted con una vara, y caen bellotas.


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