Lo que se aprende de las princesas Disney

jueves, 30 de diciembre de 2010
Tenía pensado escribir sobre esto un día, pero alguien se me ha adelantado. Que lo disfrutéis.

Los mejores anuncios

lunes, 27 de diciembre de 2010
Ya que ultimamente vamos de rankings, aprovechando que ayer estuve con un familiar que se dedica al mundo de la publicidad, comenzamos a hacer una lista, no de los mejores anuncios, sino de aquellos que han marcado a esta, nuestra incomprensible, sociedad.

En el número 9 situamos a este spot, que ha causado el cambio de letra de la canción original, para dolor de muchos:



En el 8, el castigo de toda la navidad del año 1999, esta insoportable campaña de Airtel, que casi todo el mundo repetía sin cesar:



En el puesto número 7, este anuncio ideal (los de la ONCE son así) para los graciosillos de turno que sentían la irremediable necesidad de imitarlo:



En el 6, merecedor de este puesto por la cantidad de parodias tanto en los medios como en la vida real, que se han hecho de él, y por ganarse el odio de todas las mujeres:



En el 5, y vamos subiendo un poco el nivel, el famoso "¿Te gusta conducir?". ¿Quién no ha hecho alguna vez lo de la manita?:



Ostentando el cuarto puesto, encontramos otro, también utilizado en alguna que otra parodia, ya de corte más sexual:



La medalla de bronce es, cómo no, para uno de los anuncios de Coca-cola, que suelen ser todos de bastante calidad, pero creo que éste fue uno de los más famosos:



La plata es para un clásico. Este anuncio de Clio que llegó a hacer que volviese a sonar su canción hasta en las discotecas:



Y el número uno es para un anuncio, que probablemente siendo el más malo, el de menos recursos y menor originalidad, se mantiene vivo incluso a día de hoy. Cuando alguien quiere señalar el avistamiento de un generoso escote, y dice este slogan se sobreentiende la intención. Cuando alguien se pone una cazadora de cuero ajustada, también sirve. Y a pesar de los años, 15 nada más y nada menos, la gente lo recuerda, sabe que era de una colonia y la imagen de esa cremallera bajándose perdura en nuestras memorias. ¿Malísimo? sí, pero eficaz.

"No te confundas, Alejandro"

jueves, 23 de diciembre de 2010
Breve introducción.

Ayer, cuando viajaba en Metro a mi trabajo leí que la Ley Sinde había sido tumbada en el Congreso. Sonreí con asco hacia quienes la defendían y satisfacción por el hecho en sí, ya que considero que es un pequeño baloncito de oxígeno para la cruel odisea que es la vida, y que muchas veces merece ser endulzada escuchando cierta canción, viendo un capítulo de tu serie favorita, etc.

Hoy estaba en el INEM de Fuenlabrada resolviendo unos trámites que tengo que resolver para que el empresario que me explota reciba beneficios fiscales por ello. Yo, impaciente y de natural, jeta, me acerqué a la cafetería y con las mismas robé el ejemplar de hoy de El País. Y me puse a leer.

Qué sorpresa me llevé cuando, al echar un vistazo a la información que vi ayer en el metro, me vi sorprendido por un artículo de Alejandro Sanz en El País...ese periódico referente (que dice ser) de la prensa en español. En dicho artículo, nuestro edulcorado cantante y compositor llamaba fascistas a la Asociación de Internautas, a la que comparaba poco menos que con un señor de la guerra talibán. Decía que era fascismo el imponer su criterio a unos políticos, para que tumbasen una ley que recompensaba a los autores por su trabajo. He intentado buscar el artículo de este personaje en la versión digital de el diario pero no lo he encontrado. Lástima, haberlo releído me habría hecho escribir con más saña.

Hasta aquí la introducción, ahora, la chicha.

Que Alejandro Sanz llame fascista a alguien es lo más deleznable, triste y mezquino que he escuchado desde que EspeA dijo que no llegaba a fin de mes. Que diga que quienes han presionado para tumbar la Ley Sinde son fascistas es un ejercicio, o de cinismo, por lo que, le presupongo maldad, o de la estupidez más simpar. No sé qué es peor. Para el señor Alejandro Sanz un fascista es alguien que protesta contra una ley injusta y hace que la clase política tumbe una ley que atacaba al conjunto de la ciudadanía buscando el beneficio de unos pocos.

Yo, señor Sanz, pienso que está mucho más cerca del fascismo el apoyar a una ley que criminaliza un uso social tan extendido como no pagar por la "cultura" musical, audiosivual, etc. Una ley que perjudicaba a una mayoría que no hacía nada con dolo (¿sabe usted qué es Derecho o hablar por hablar?) pero que sí venía a defender los derechos, una vez más, de toda la élite político-económico-cultural reinante. Una ley que aumentaba las diferencias entre los cuatros listos forrados y la gran masa de ciudadanos que consume cultura digital. Apoyar una ley injusta que nos convierte a todos en delincuentes sí que es fascismo, como lo es el que los poderes públicos (tan desmadrados ellos) dispongan de una herramienta para censurar como le venga en gana.

Eso es fascismo, señor Sanz, eso es. Fascismo es trabajar 12h al día para que te hagan un contrato como que trabajas 4h y el resto, te lo pague la empresa en dinero negro, si es que te lo paga. Fascismo es que eso no devenga en unos derechos sacados de mi trabajo, de mi tiempo y de mi esfuerzo pero sí que éstos generen además unos beneficios fiscales que salen a costa de toda la ciudadanía que paga impuestos. Eso es fascismo, amiguete malagueño.

Las grandes compañías discográficas, productoras de la cultura audiovisual de masas y todo ese circo, deben pensarse muy bien qué están haciendo. Con los vinilos y casetes les iba todo de puta madre. Ahora la información es libre y como tal corre y fluye. Ellos se lucraban aprovechando un modelo tecnológico que jugaba a su favor (lo analógico) pero ahora internet ha roto las reglas, ha cambiado el panorama, y a esta nueva situación es a la que se tienen que adaptar. Es inútil ponerle vallas al mar y llorar si éstas no te salen. El modelo tecnológico ha cambiado y cambiar la ley para constreñir uno nuevo y que sigue en alza (el digital) es igual que construir un rascacielos con palillos: estúpido, sin sentido, sin viabilidad más que a corto plazo y poco práctico.

Si la gallina de los huevos de oro se les ha quedado estéril, no la cojan del cuello para que siga poniendo. Búsquense otras formas de explotar el meollo. Un sector industrial no puede ponerse a patalear y lloriquear porque hayan cambiado las reglas de un mercado que le beneficiaba. Y lo mejor es que ese cambio tecnológico ha venido propiciado por ellos...porque creían que podían trincar pasta.

Cuantas veces he oído yo que "hay que adaptarse al mercado" y no sé qué mierdas neoliberales más...pues ahora les toca a ustedes, señores de la industria, y a vosotros, artistillas de tres al cuarto que sabéis de trabajar lo que yo cálculo infinitesimal. Joderos, fascistas sois vosotros, que defendéis vuestros privilegios en perjuicio de los demás.



Las mejores novelas de la ciencia-ficción

martes, 21 de diciembre de 2010
Hace algunos días que prometí a unos amigos que escribiría una especie de decálogo de la ciencia-ficción. Su trabajo me ha costado, porque estaba leyendo unas novelas que sabía que tenían muchas posibilidades de estar aquí (como así es), pero por fin hoy he acabado la última página de Matadero cinco, y ya estoy preparado para escribir mis consejos.
La forma de hacerlo será un poco diferente de la típica "las diez mejores". He decidido entregar unos "oscar" por categorías, por supuesto basándome en las novelas que he leído, que son muchas, y mis gustos personales, por supuesto.
Anticipando que habrá voces discordantes, repito esto: he leído muchas novelas de ciencia ficción, pero no todas. Cosa que por otro lado es imposible. Y segundo, que juzgo según mis propias opiniones, lo que, también, es imposible no hacer.
Aquí están:

-El más apasionante. El juego de Ender
¿Por qué? Recuerdo haber leído El Juego de Ender en menos de 24 horas. Su lectura simplemente me enganchó hasta el final. Cuando llegué a la última página, me quedé boquiabierto. Los que la han leído saben por qué, y pido por favor que no hagan espoiler. Altamente recomendable, la historia trata de un grupo de niños que entran en una academia militar.
Mención especial: Cita con Rama
No sé qué tiene esa novela, pero te atrapa hasta el final. Y en el final te abofetea la cara y te deja tonto.

-La idea más original: A vuestros cuerpos dispersos
¿Por qué? Saga conocida como Mundo-Río, su protagonista es Sir Richard Francis Burton (en la secuela es el mismísimo Mark Twain conduciendo un barco fluvial tipo Mississipi). Después de su muerte despierta en un planeta surcado por un río serpenteante, junto con toda la colección de hombres y mujeres muertos antes de 1984. ¡Todos! El objetivo de todos ellos será alcanzar las fuentes del río y descubrir qué demonios hacen allí.
Mención especial: La guerra de los mercaderes
Márketing-ficción. A los hombres se les somete a un proceso de adicción artificial a bebidas refrescantes para que consuman. ¿ficción o videncia?

¿Por qué tiene que acabar así? Maldito Heinlein... La muerte de uno de sus personajes (no voy a decir cuál, obviamente) casi me hizo llorar. Sentí un hueco enorme en el medio del corazón.

-La más divertida: Matadero cinco
Sí, ya sé que habla del bombardeo de Dresde, pero es que su personaje está tan exageradamente zumbado... Un tipo que se da un golpe en la cabeza empieza a decir que puede viajar al pasado y al futuro, y que además los extraterrestres le abducieron. Tratando de hacerle entrar en razón, su hija le pregunta que por qué no lo había dicho antes del golpe en la cabeza, y él dice sencillamente "el mundo aún no estaba preparado". Pero lo más graci
oso del libro, y esto es una crueldad, es el diálogo que tiene con un prisionero inglés de guerra en el '45, que le dice que tiene mucha suerte por ir a Dresde, ya que es una ciudad muy bonita y seguro que no es bombardeada.
Mención especial: Bill el héroe galáctico
De las pocas novelas de ciencia ficción abiertamente humorísticas.

-El mejor postapocalipsis: El día de los trífidos
Los trífidos, grandísima cosa. Una especie de girasoles que se comen a la gente, en un mundo de pobres cegados. Os lo digo así, en toda mi vida no habría sido capaz de imaginar un apocalipsis tan descabellado, y a la vez, tan bien resuelto.
Mención especial: Campo de batalla: la Tierra
Si conseguís olvidaros por un momento de la espantosa película, el libro es muy curioso. Por ahí he leído que el autor lo escribió todo del tirón, utilizando dos máquinas de escribir Underwood. Mientras una estaba en el taller, escribía compulsivamente con la otra, hasta que se rompía. La llevaba al taller, se traía la otra a su casa, y así sucesivamente.

-La mejor trama: La Fundación
¿Por qué? Sheldon, ese gran científico inventor de la psicohistoria, predice el final del invento y funda la Fundación, valga la redundancia. Mediante esta fundación, pretende acelerar la llegada del siguiente imperio. Millones de años de trama perfectamente tejida hasta la consecución de este imperio.
Mención especial: Estrella doble
Otro clásico de Heinlein. La trama, perfectamente sencilla, es apta para todos los lectores, incluidos los que no suelen degustar la ciencia ficción. Un gran libro para iniciarse.

-La más incoherente: Laberinto de muerte
En realidad casi cualquiera de Dick valdría: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, Valis, etc. Laberinto de perdición simplemente da un paso más allá en cuanto al absurdo vital de este hombre. Poco conocida pero muy recomendable.

-El mejor personaje: Hijos de Matusalén
Lazarus Long, alter ego literario de Heinlein, un hombre dotado de un gen que le proporciona la inmortalidad. En este libro tiene más de doscientos años y lidera una expedición con su familia de más de cien mil miembros a las estrellas. En el siguiente, Tiempo para amar, casi tres mil, y sus descendientes tratan de buscarle algún entretenimiento que no haya probado ya, entre orgía y orgía. Mi libro favorito. Anarquista libertario, individualista, pionero, partidario del sexo libre, del incesto y además pelirrojo, Lazarus Long es el anciano que todos querríamos llegar a ser.
Mención especial: Las estrellas, mi destino
Reescritura de El conde de Montecristo, con una excepción: este tiene un tigre tatuado en la cara con una tinta especial, y cada vez que se enfada, aparece el tigre.

Lazarus Long en Tiempo para amar

-El mejor viaje espacial: 2001, odisea en el espacio
¿Qué decir de este libro? ¿Qué decir de HAL? El que no sepa de qué hablo, que se la lea inmediatamente.

-La mejor historia de amor: Pórtico
Encontrar los restos de una civilización extinguida, un millón de créditos. Montarse en una de sus naves, cien millones de créditos. Dejar a tu novia atrapada en un agujero negro y que para ti pasen veinte años por cada segundo que trascurre para ella, no tiene precio.
El amor es la última revolución.

-La más poética: Fahrenheit 451
Pocos libros poéticos de ciencia ficción, igual que pocos libros humorísticos. Pero sin duda Bradbury es uno de esos escritores. Al igual sucede con Crónicas Marcianas. Curiosamente Isaac Asimov escribía en sus memorias que Bradbury era un escritor absolutamente opuesto a él, que era más mundano y decimonónico (así decía él...).



Siguiendo con el tema, me gustaría arriesgarme un poco más, y poner la lista de los cinco escritores de ciencia ficción que más me gustan. Allá va...
  1. Robert A. Heinlein
  2. Philip K. Dick
  3. Orson Scott Card
  4. Isaac Asimov
  5. Frederik Pohl
Habrá gente que eche de menos algunos grandes clásicos. Dune, por ejemplo. No he leído Dune, lo siento. Una tarde en la que tenía una de esas resacas en las que piensas que vas a morir me puse Dune para pasar el rato. Quise morir de verdad, y cada vez que veo las novelas me vuelve la misma sensación.
La Guía del autoestopista galáctico. En principio fue un programa de radio, y tengo como norma no leer nunca adaptaciones.
Neuromante y Mundo Anillo, son dos libros que parecen muy buenos pero aún no he leído. Para ellos no tengo excusa. Los demás clásicos creo que los he leído todos, pero no había espacio para ellos en un decálogo.


Por último, aprovechando que soy o he sido profe de literatura, he colocado unos cuantos libros en pdf en el primer comentario, con fines educativos. Ya sabéis, no los descarguéis, que es ilegal. O si lo hacéis, hacedlo antes de que la ley Sinde se apruebe.

Lo que hizo hoy mi jefe

domingo, 19 de diciembre de 2010
...sé que el título del artículo promete, así los que esperéis unas líneas de ataque cruel y descarnadas, no sigáis leyendo. Voy a contarlo en orden cronológico.

Ayer por la mañana llegué al restaurante a la hora habitual, las 12 del mediodía. Pacté con K. que ella, en compensación por las putadas sufridas, entrase dos horas más tarde. Así que, tras llegar me puse a mis quehaceres habituales. AL rato de estar dedicado a ello llegó otra de las jefas, y es que en este sitio, queridos lectores, hay más capitanes que soldados (malo cuando las "cabezas pensantes" son más que las manos obrantes). Dicha tipa, de quien espero escribir en unos...15 días a los sumo, preguntó, ofuscada y con indignación que "dónde coño se había metido K." Yo soy un mindundi, pero ante todo, doy la cara por aquellos que lo merecen cuando lo merecen. Así que educadamente le expliqué lo que había pasado el día anterior, y la mujerzuela se calmó.

K. entró a la hora que pactamos. Cuando le pregunté que qué tal acabó, me dijo que lo hizo a las 3.30 de la madrugada. Vaya vaya...y que, cuando lo hizo, mi otro jefe (el Jefazo) le dijo que "se tomase lo que quisiera y saliese un rato a bailar" ... ... ... ... Pocas veces quedo en estado catatónico, pero ayer me pasó. Increíble que a una persona que lleva trabajando 16 horas seguidas le digan que se tome algo y disfruta de la fiesta...que luego ella tiene que limpiar. La chica, por hastío, cansancio físico, estarhastalapolla, dijo educadamente que se iba a su casa.

Hasta aquí lo malo. ¿Lo bueno? ¿Lo que me hace no vomitar palabras desde el rencor y la indignación? Pues que hoy, a las mismas horas de ayer, liada la que se lió, mi jefe bajó de su pedestal y se dedicó a ayudar a K. en la limpieza de platos, vasos, bandejas y otras mierdas. Un tanto a favor de su humanidad. Otro cuando yo mismo vi, con mis preciosos ojitos azules cómo el tío se dedicaba a llevar copas a otro sitio para que las limpiase otro y no K. (a quien NO le corresponde, como no me corresponde hacerlo a mí). Mi jefe se portó, además, dándonos ánimos y cuidando pequeños detalles, como cubrir el suelo mojado de agua engrasada para que no nos matasemos yendo de un sitio a otro.

Eso, y haber salido antes hoy, han evitado unas palabras escritas desde la cólera...pero tranquilos, que mi diario de mozo de cocina frustrado, seguirá adelante...sólo dadme unos días más de puteamiento y veréis.

Debo aclarar, sin embargo, que no todo el monte es orégano, y el hermano de mi jefe (más capitanes que soldados, remember) le dijo que "se dejase de ayudar a la cocina" y fuese a invitar a no sé qué desgraciados a cava. Éste también será blanco de mis iras. Sólo hay que esperar.

Re-volviendo al marxismo

sábado, 18 de diciembre de 2010
En mi juventud fui el perfecto marxista-leninista. Me lei el Manifiesto a los 15 y textos de Lenin como el Qué hacer un par de años más tarde. Estaba motivado. Pero supe que esta doctrina se basaba en el dogma de que el Ser Humano es bueno y honrado. A medida que me fui haciendo adulto, fui teniendo problemas de adulto (más prácticos y realistas que la teoría marxista) y mi fe en la humanidad fue decayendo de manera estrepitosa. Hasta el día de hoy (o estos días más bien) me consideraba un tipo de centro. O todo "del centro" que uno puede ser cuando es muy progresista en material social pero muy conservador en teoría política pura (cosas de mi país...)

Estos días, sin embargo, he empezado a trabajar como mozo de cocina en un restaurante. No me avergüenzo, ni mucho menos, pues me gano mi jornal sobradamente y de manera honrada. De esto ya hablaremos en otras ocasiones, además de las vivencias que mi nuevo trabajo me depara. No me lío más, voy al grano.

No me importa trabajar como un hijo de puta y quedarme sin vida (de la social ni hablemos) lo que sí que me jode, son cosas que veo día a día, Hablaré hoy de una compañera porque, o hablo, o me voy a ponerle bombas al BBVA (por empezar con alguien vaya). No daré ningún dato que pueda identificar a mi compañera, ni hablaré de sus circunstancias personales para no dar emotividad al asunto. Hablaré sólo de hechos, no de emociones. Mi compañera es ecuatoriana, se la llamaré K, ¿ok?

K está en este restaurante desde que empezó su andadura allá por el 26 de noviembre. ¡Cáspita! casi un mes...22 días me salen de cuenta hasta hoy (no he mirado el calendario). Bien. En esos 22 días HA LIBRADO uno sólo... jodido, ¿no?. Los otros 21 ha entrado a las 12 de la mañana y ha salido a las 12 de la noche. Jornada laboral de 12 horas, ¿veis por dónde van los tiros?. Todo ese tiempo ha estado supuestamente "de prueba", y por supuesto, sin contrato. Y son 12 horas en las que apenas va al baño la muchacha. Bien. Yo empecé en este sitio hará 4 días, y en ese tiempo, he visto que el mayor terror que K tiene es a perder su trabajo. Y es que realmente lo necesita. Tenía miedo porque no tenía contrato y si la echaban, a ver cómo demuestra que ha trabajado ese tiempo allí, a ver cómo cobra lo que se la debe y... todo esto suponiendo que tenga tiempo (por las mismas circunstancias personales que omito, diré que no lo tiene); dinero (no lo tiene) y ganas para andar con demandas. Bien.

Hoy le han dado su contrato para que lo firmase, a una hora en la que, literalmente, no se puede parar, porque el trabajo se acumula de manera titánica. La chica, sin tiempo, y confiando en esa buena fe en la humanidad que yo perdí hace eones, lo ha firmado casi sin leer. No lo ha hecho, aparte de porque tenía mil tareas acumuladas, por no querer darle al jefe la impresión de que "se lo pensaría". Mal hecho, lo ha firmado. ¿Qué ha firmado, queridos lectores? Un contrato que dice que tiene una jornada laboral de 20 horas a la semana. Quicir, 4 al día. K trabaja 12 horas de lunes a jueves, en viernes, sábados y domingos, su jornada laboral se prolonga a las 16-18 horas al día. Y no exagero eh, que un menda, con su mismo puesto, ha estado hoy 14.

Se me ha caído el alma a los pies cuando la chica, cuando ha tenido tiempo, ha leído lo firmado y visto que trabaja 4 horas al día... es decir, las otras 8 se las racanean o se las meten como horas extras. Cuando lo ha visto, se ha derrumbado, literalmente, puesto a llorar y venido mil demonios a la cabeza, temiendo que esas horas no se las vayan a pagar. Eso es un problema, porque nadie trabaja 80 horas a la semana por 800 euros. Es otro problema, a la hora de cotizar a nuestra querida SS, que le pongan que su jornada es de 4; no cotiza lo mismo ni adquiere los mismos derechos que con un contrato de 40 semanales, "como debería tener". Bien.

Hoy, al irnos, al cerrar la cocina y tener que limpiar todo: pilas, vajilla, suelos...ha empezado una fiesta en el local, lo que ha supuesto una entrada masiva de copas bebidas por gentuza que no merece ni medio gramo del oxígeno que respira. Las copas que iban trayendo pertenecían a la barra: la misma que las sirve las tiene que limpiar. Pero los jefes le han dicho a K que tenía que hacerlo ella. A mí, que estoy en su mismo puesto, no me han dicho nada, no sé si porque veían que mi amada cara de asesino loco empezaba a salirme del alma. La chica, compungida por el contrato firmado y... acojonada por no dar un "disgusto" a los jefes, ha accedido a limpiarlas. 300 personas beben a un ritmo superior de lo que una persona pueda emplear en limpiar su mierda, así que K se ha quedado allí, en las mazmorras del restaurante (ahora discoteca) limpiando, por un sueldo que aún no conoce, echando unas horas que no sabe si le pagarán, ni a cuanto, y cansada tras entrar a las 12 de la mañana...
¿Hay derecho a esto?¿Acaso una persona, por ser mujer, o de otro país, tiene que tragar con eso?¿Qué pasa en la mente de su jefe, que es el mío? ¿Piensa realmente que la esclavitud formal no se abolió en España a mediados del XIX? ¿Qué demonios le pasa al mundo por la cabeza? Yo, por vivir en una localidad sin transporte a esas horas, no he podido quedarme a ayudarla, aunque lo he hecho hasta que mis compañeros casi me sacan de la cocina a ostias y tras haberme cambiado y estar incluso con la cazadora puesta para irme...Mañana yo entraré dos horas antes, para que ella pueda dormir algo más. Pero no creo que ella duerma mucho hoy; de puro cansancio y de preocupación por el contrato que ha firmado sin leer, porque... ¡no podía hacerlo, no tenía tiempo ni valor para ello!

Hoy se habrá hecho una caja que estimamos todos en unos 10.000 euros, pero K no sabe si le llegarán a mal pagar los 800 que cobre... o lo que le corresponda por esas 20 horas firmadas. Yo he visto muchos cuadros humanos en mis 26 añitos, de los cuales, los últimos 8 he dedicado a mi plena supervivencia. Hacía tiempo que no sentía tanta rabia e indignación por una persona. Ni tanta lástima ni pena tampoco.

Mientras tanto, nuestros amados gobernantes, estatales, autonómicos, municipales, se mesan las barbas y tiran trastos mediáticos. Mientras tanto, el empresario, ese ser vil y terrible, campa a sus anchas por este mundo que es el nuestro. El que era nuestro, el que hemos perdido y el que K nunca ha conocido, ni conocerá. Pensemos todos en ello, pensemos. Yo no creo que pueda dormir de pura rabia (y he currado hoy 14 horitas eh).

Adicciones

domingo, 12 de diciembre de 2010
No tengo ninguna relación con X. Me siento normal.
Tomo/Ejecuto X. Me siento bien con ello.
Tomo/Ejecuto X cada vez con mayor frecuencia, porque me siento bien con ello.
Trato de no tomar/ejecutar X. Me siento mal.
Tomo/Ejecuto X. Me siento normal, lo cual, es un alivio.
Cada vez necesito tomar/ejecutar más X para poder sentirme normal. Lo cual, es una putada.
Me he convertido en un esclavo de X. Estoy jodido.

Un coctelcito de buena mañana para bajar la resaca...

Cronología de una adicción cualquiera. X pueden ser drogas, incluyendo café, alcohol y tabaco, sexo y pornografía, jugar a las tragaperras, parejas dominantes, robar, mentir, internet, videojuegos, alimentos, ganar, golpearse la cabeza contra la pared... etcétera, se puede ser adicto a MUCHAS COSAS. Si me pusiera ya concretamente con los tipos de drogas y el sexo y sus parafilias, podría seguir un rato más.
Pero paso, por ahora. Creo que queda claro el concepto.
¿Y qué tendrá que ver, puede preguntarse el lector, que me esnife dos gramos de coca por la mañanita para sentirme persona con que me tire 8 horas al día mirando porno?
Todo es parte de lo mismo. Pinceladas "basiquísimas" (y puede que equivocadas, mi memoria no es lo que era):

Nuestra amiga, la dopamina, y nuestro gran coleguita, el núcleo accumbens, son los culpables. Todo tipo de sustancia o actividad "precursora" de adicción en un cerebro humano producirá un aumento en la producción de dopamina en dicho centro. Si aumentamos el nivel de ese neurotransmisor durante mucho tiempo, nuestro cuerpo, que es sabio, reaccionará tratando de volver a alcanzar los niveles normales a base de reducir los receptores de dopamina de nuestro cerebrito.
¿Qué ocurre entonces cuando dejamos nuestro objeto de adicción de golpe? que de repente nos vemos con unos niveles anormalmente bajos de tal sustancia, ya que tito accumbens se ha acostumbrado a la estimulación externa para currar, y... no lo toleramos.
A ello podemos unirle el que, por medio de un condicionamiento de lo más guay y básico, todo aquello que nos recuerde a la sustancia o actividad adictiva va a hacer que en ese momento nuestro cuerpo nos diga "OYE, QUE ME TIENES QUE DAR DE ESO!" y... ya la hemos liado.

Lector, querido lector, yo he sufrido en mis carnes tal castigo (no diré de qué se trataba, obviamente, no soy gilipollas). No a un nivel exagerado, ni que me acarreara un problema, pero conozco esa sensación de angustia interna en la que por atisbar un determinado estímulo mi mente sabía que no debía hacer algo y mi cuerpo me empujaba a ello.
En mi caso no llegaba a una adicción, pero aún así, me sirvió para comprender por qué en ocasiones es tan difícil dejar de hacer algo que "nos gusta", aunque sepamos que no nos conviene, o, al menos, que no es algo que racionalmente elijamos hacer.

Porque es mentira, llega un punto en que no podemos decir que nos guste, sino que lo ansiamos, lo necesitamos, lo deseamos a muerte. Seguro que gran parte de los que se pasen por aquí han sentido lo mismo alguna vez.
Por las mañanas necesito un café para estar despierto. ¿Habéis leído bien? NECESITO UN CAFÉ PARA ESTAR DESPIERTO. Menuda cagada. A mí antes de probar el café eso no me pasaba. O los fumadores que se echan su piti mientras toman ese mismo café o después de haber jodido (perdón, hecho el amor). ¿Hasta qué punto es una elección meditada? Ya lo digo yo, no lo es, lo haces, primero, porque en su momento aprendiste que en esos contextos es habitual llevar a cabo tal conducta, y segundo, porque si ahora no lo haces te poner nervioso. Nervioso, por no meterse nicotina en el cuerpo, TÓCATE LOS COJONES.

Somos seres débiles, esa es la cruenta realidad. En el mejor de los casos, ante esa sensación nos permitimos "pecar" y damos rienda suelta a nuestros más bajos instintos sabiendo que, bueno, quizá no es lo que más nos convenga, pero aún así, como generalmente somos buenos siervos de Dios, nos lo permitimos. En el peor, nos autojustificaremos a base de capas de ignorancia supina y dañina por no ser capaces de llegar a lo anterior o por querer de pura vergüenza meterlo en el rincón más profundo de nuestras pútridas y ponzoñosas almas.
Pero, en el fondo, en el más avergonzante fondo, todo se reduce a una elección que tenemos que hacer. Pasarlas putas voluntariamente, evitar todo aquello que nos recuerde a nuestro Eros-Thánatos particular una buena temporadita, apretar los dientes y el culo y... rezar para que todo pase pronto y podamos volver a levantarnos tras haber pasado una época cuadrúpeda innecesaria por un innecesario escarceo con algo que nos va a haber hecho más mal que bien.

O eso o dejarse llevar, que también es una opción. No hay que olvidarlo.

Nuevas formas de familia: poliandrias y familias lineares

jueves, 9 de diciembre de 2010

Acabo de volver de unas vacaciones. Mis fans, si es que los tengo, me habrán echado de menos, lo mismo que yo a ellos. Para calmar tal aflicción he estado leyendo compulsivamente novelas de ciencia ficción de la "edad de oro", generalmente Asimov y Heinlein, y he descubierto, no sin cierto placer, que el último está llenito de ideas que revolverían el estómago de Ana Botella.
¿Recordáis cuando dijo, acerca del matrimonio homosexual, que no se pueden sumar peras y manzanas? ¿No os pareció una soberana gilipollez?
Pues bien, dijo algo que tuvo cierto sentido, aunque no en la dirección que ella pretendía. Me parece recordar que dijo algo así como que lo siguiente va a ser legalizar un matrimonio entre padre e hija o de un menage-à-trois. Yo pensé... bueno, ¿y por qué no? ¿Por qué esta mujer tiene que legislar sobre si yo me meto en la cama con mi hija o con los dos maromos que escriben en este blog (dios no lo quiera)? La idea no es nueva. De hecho debe ser vieja como el hombre... hoy vamos a ver dos formas de relación matrimonial de las que hablamos poco a menudo. la poliandria y las familias lineares. Empezaremos por el más fácil de comprender.
Poliandria: del griego poli, varios, y andros, hombre. Más conocido es su antónimo, poliginia. Ambos son versiones de poligamia, es decir, una persona casada con varias. En este caso, por si no lo habéis adivinado ya, una mujer casada con varios hombres. ¡Toma, toma!
La poliandria es útil en los casos en los que una sociedad, por algún motivo, carece de muchas mujeres. Pongamos por caso un asentamiento de colonización, como es el caso de las novelas de Heinlein. Se me ocurren otros: un ejército, una mina, o la sociedad resultante de una guerra a muerte entre mujeres por luchas en el barro. Vale, esto último es una fantasía mía, pero creo que se entiende.
¿Problemas posibles? Más que nada, imagino que los hombres no seríamos capaces de controlar nuestros irreprimibles instintos de posesión por las mujeres, y las luchas a muerte entre hombres acabarían convirtiendo, por pura selección natural, la poliandria en una monogamia. En otras palabras, nos mataríamos entre nosotros.
¿Ventajas? Además de la obvia ventaja de la diversidad genética, la poliandria ofrece ventajas en cuanto a protección de los hijos y sustento de la familia. Además, en una sociedad con pocas mujeres, todos tocaríamos a algo, aunque fuese compartido.
Ya sabéis, como dicen en inglés... to share is to care.

Poliandria clásica

La familia linear, o matrimonio grupal, es un poco más complicado. A la vez es más sencillo: es un montón de gente casada entre sí, compartiendo la responsabilidad de los hijos del grupo. Varias mujeres acostándose con varios hombres, y cada hijo que tienen es tratado por cada hombre (y por cada mujer), como hijo propio, porque en cierta manera lo es.
El matrimonio linear es un tema fundamental en La Luna es una cruel amante, de Heinlein, uno de los libros que me he estado leyendo. Me di cuenta de que solo es posible en un mundo habitado por gente muy desinteresada y civilizada... y, bueno, para saber cómo es nuestro mundo solo tenéis que leer la primera página de cualquier periódico.
¿Problemas? Que uno no reconozca los hijos de los demás como propios. Especialmente en el caso de las mujeres: un hombre puede tener dudas sobre su paternidad, pero una mujer sabe perfectamente cuál hijo ha parido ella y cuál no. Otro problema que veo es que una pareja se quiera separar del grupo, o que a un individuo no le apetezca especialmente acostarse con algún miembro concreto del grupo. ¡Pero esas cosas se avisan antes! Si os metéis en una familia linear, no digáis que no sabíais que os teníais que acostar con ese señor con bigote.
Pero el verdadero inconveniente que le veo a esto, es que si en la sociedad actual la gente apenas es capaz de lidiar con su pareja, no están como para soportar a toda una caterva de maridos... hacen falta muchos más muebles en la cabeza.
¿Ventajas? Otra vez la diversidad genética, y la protección de los hijos. Esta forma de familia además proporciona bastante más posibilidades en la cama que el típico esquema tête-a-tête. En otras palabras, si uno se cansa de una pareja, se va con otra y siempre le queda la oportunidad de volver con la primera cuando le plazca. Todos viven mucho más tranquis.
La diferencia entre el matrimonio grupal clásico y la familia linear de Heinlein es que la familia linear va añadiendo nuevos miembros a su línea, de tal manera que el matrimonio nunca acaba porque a medida que va perdiendo a sus miembros más viejos, incorpora elementos jóvenes. Eso sí que le rechinaría a algunos.

Sinceramente, de estas dos formas de convivencia, con la que me quedaría sería con el matrimonio grupal, aunque no sé si sería capaz de llevarlo con naturalidad, al menos al principio. Aunque no me digáis que no tiene su gracia.
Eso sí, si la Botella lee esto, va a tener pesadillas el resto de su vida.

Nota: Heinlein tuvo dos matrimonios, consecutivos. Es decir, se casó y se divorció, y se volvió a casar. Asimov cuenta en su autobiografía que la primera mujer de Heinlein era progresista y liberal, y que Heinlein, que tenía poco carácter, se vio muy impregnado de toda su filosofía. Supongo que de ahí le viene todo este asunto de las familias. Sin embargo, su segunda mujer era muy conservadora. Asimov cuenta que con esta mujer le sucedió lo mismo, y se pasó al lado oscuro de la vida. Que se sepa, nunca formó parte de ninguno de las formas matrimoniales aquí descritas.
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