De cualquier manera, imagino que de haber un motivo principal podría ser por cierto narcisismo que nos lleva a pensar que lo que escribimos tiene por narices que resultar interesante a otra gente, y que esta otra gente va a mostrarse permanentemente ávida de ingerir nuestra letras. Y ya no sólo eso, sino que en ocasiones hablamos de nuestras vidas, en la portada de esta pequeña ventana a nuestras mentes están nuestras siluetas en poses sugerentes, y si pincháis en mi nick y en el de n.S. se pueden ver nuestros horribles y desfigurados caretos (lo sentimos).
[El del barón no lo veréis, que él es un personaje público y no le conviene.]
Con los meses hemos ido incrementando nuestro número de seguidores (a los cuales adoramos y compadecemos a partes iguales) y nuestro número de visitas (sobre todo a base de entradas en las que tocamos los cojones al personal). En la mayoría de esas entradas hay comentarios, y no todos aquellos que se pasan por aquí a cagar una respuesta tienen un perfil o un correo asignado con el que identificarles, ya que, confiados nosotros, permitimos que cualquier usuario de la red pueda darnos su opinión sobre las ponzoñas que escribimos.
Y es ahí a donde voy, a los Anónimos. Os dedicamos esta entrada.

A mí, personalmente, me habéis llamado salido (que es cierto), prepotente (también), y habéis dudado en ocasiones de mi inteligencia (que por ahí ya sí que no paso). Supongo que mis colegas se han llevado la peor parte, ya que ellos se meten en engorrosos temas, como la política o el deporte, e, incluso, se atreven a criticar la obra "Crepúsculo", con todo lo que ello puede conllevar; esta actitud nuestra desemboca en oleadas de personajillos radicales que sin razonar entran directamente a saludar a nuestras madres.
Bueno, os perdonamos todas esas cosas, ya que nos dan bastante vidilla. Como habréis podido comprobar, SIEMPRE ENTRAMOS AL TRAPO, y si no lo hacemos, es porque ninguna alarmita nos avisa de la existencia de nuevos comentarios. Pero con paciencia os contestaremos, palabra.
La diferencia es que nosotros damos la cara (ya he dicho que, incluso, de manera literal) y vosotros, anónimos, os podéis permitir bombardearnos en una pasada rápida y largaros para siempre sin observar siquiera si perdemos los estribos con vuestros (escala dimensional) agudos/pobres comentarios.
Os animamos a que no sea así, será más divertido. Vosotros dadnos caña, que a nosotros nos pone que sea así, pero sin ocultaros bajo un letrerito de "anónimo" o "mecagoenvuestraputamadre". Podríamos prohibir en la configuración del blog ese tipo de respuestas, o proceder a su eliminación manual, pero nos daría pena, y, de hecho, ni nos lo planteamos, ¡anda que no nos quedamos a gusto a veces! Pero tengo la impresión de que identificándose, pudiendo responder a alguien concreto y no a un ente impersonal, este blog crecería un poquito más de lo que lo ha hecho hasta ahora.
Así que, ya sabéis. No es que pensemos que sois unos cobardes y por eso desde la rabia escribamos esta entrada. Es que preferimos saber algo más de quien nos manda a tomar por culo, o de quien nos felicita por un trabajo bien hecho. Registraros, poned un enlace a vuestro blog, a vuestro mail, ¡lo que sea! ¡os apremiamos a seguir alabándonos o poniéndonos verdes! Ambas cosas nos alegran el día.
Pero con un trato más cercano y personal, mequetrefes.