En España tenemos una tasa de paro que ronda el 20%. Afecta a más de un 40% de los jóvenes. Nos vamos a jubilar a los 67, como pronto. Los empresarios sin escrúpulos campan a sus anchas en un país en el que tenemos que pagar como alemanes y cobrar como portugueses. Con tasas de abstención de voto nada desdeñables. Tenemos una sistema político "café para todos", con unos nacionalistas periféricos que se enfrentan al españolismo más fanático y visceral. Con un Gobierno sin ideas ni coherencia y una oposición política parida del franquismo que se frota las manos viendo como el país se va al garete...para poder hacerse otra vez con el poder.
Con este panorama uno podría pensar que la clase política debiera tirar del carro, trabajar en piña y sacarnos a todos del atolladero; que para eso están, para eso les pagamos y para eso les vamos a pagar aun cuando se jubilen y no hagan nada bueno por nosotros. Podríamos pensar en grandes pactos políticos llenos de concordia que supusieran el principio para arreglarlo todo. Podríamos pensar que el Parlamento que tenemos trabajase unido y de manera afanosa para sacarnos a todos del hoyo.
Pero no señores, Spain is different, como reza el tópico. Por eso, los diputados de PSOE, PP y CiU pactaron hace unos días la aprobación de las enmiendas a la Ley de Economías SOS-temible, en la cual viene, la conocida Ley Sinde.
Cuando en su día me enteré que la habían tirado para atrás tuve un pequeño orgasmo mental. Inocente yo por pensar que la clase política iba a votar en función del interés de la mayoría de los ciudadanos (que "pirateamos" como cerdos) y no se iba a posicionar contra los intereses de la gran industria. Trabajan juntos para lo que quieren y no para defender los intereses de aquellos ciudadanos que les han elegido para eso mismo.
1 comentarios:
Yo he comprado muchos discos, me gusta tenerlos "en original" con su portada y sus letras y sus agradecimientos, desde que tengo internet en casa sólo compro los buenos, y desde que tengo internet en casa solo veo las películas que merecen la pena en el cine, el resto en casa, por tanto el que no quiera ver Internet como una selección natural no es más que un chupóptero.
Por cierto, me voy a dejar unos eurazos en ver a Judas, a Motorhead y a Saxon, porque hay cosas que si que merece la pena pagar por ellas.
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