No, no se asusten, queridos lectores, no me han enchironado, ni a mí, ni a ninguno de mis compañeros de travesía en este azaroso viaje que es la vida misma. El título viene al caso por un flash que me vino a la cabeza hoy mismo mientras tomaba una caña con un amigo. Os pongo en circunstancia.
Resulta que mi amigo, todo un ingeniero aeronáutico él, habiendo acabado la carrera en un tiempo medio normal, con un proyecto de fin de bastante laborioso, laborado y que ha despertado el interés de parte del mundo académico (que no del privado) me hablaba, en sus cuitas, sobre la preocupación que le traía el hecho de haber echado una solicitud de trabajo para Albacete: "Jose...¿y qué demonios haría yo en Albacete?". Y es que mi amigo anda bastante preocupado pues, pese a tener una formación tan requerida y especializada como una ingeniería aeronáutica, lleva más de tres meses buscando trabajo.
Circunstancia dura, la del paro a la que hoy mismo me he visto arrogado por las maquinaciones de mi felona y mediocre ex-jefa. El caso es que, los dos hablábamos sobre cómo solucionar el mundo y los malos del país entre caña y caña y a mí me vino a la mente el título de la película de Fernando León, Los lunes al sol, mientras degustábamos nuestras cañas en una "terraza" dentro de un edificio con aire acondicionado. Tenía gracia vernos como Santa y compañía hablando de los males del país mientras tomábamos algo menos de un tercio a menos de un euro. Dicho bar está en cierto centro cultural de Villaverde.
En una escena de la película comentada, Santa, aka Javier Bardem, comenta por qué les han desmantelado los astilleros a los vigueses. Resulta que salía mucho más barato hacer los barcos en Corea y traerlos a España. Y es que, el trabajo como el dinero, pocas veces se esfuma. Mi amigo se quejaba y me decía que ya no podía optar a la beca de doctorado, un sueldo mal pagado que le podría permitir tirar adelante durante unos meses. Decía que los recortes del gobierno pueden que al haber restringido la I+D, también se han podido cargar ese tipo de becas de investigación. El dinero público, al parecer, sí se esfuma, pero de manera oficial, con los tijeretazos del gobierno de turno...
Hablábamos sobre esto mientras yo hacía una llamada de atención: "tío, menos mal que hemos descubierto un sitio en el que ponen cervezas con tapa por un euro pero...¿cómo pueden estar tan baratas?". La respuesta, al unísono: "¡Es un centro cultural! ¡Están subvencionadas!". Y nos comenzamos a reir, de manera dramática, al hacer la siguiente conclusión: el dinero público no puede ir a I+D pero sí a subvencionar un bar vacío en un centro cultural, un local en el que, aparte de promover la cultura y el conocimiento, supuestamente, promueven el consumo de cerveza.
Sé que he sido muy demagógico pero da que pensar que ambos, titulados superiores, estuviésemos un bar quejándonos de la prostitución de la res pública y de lo mal que va todo... mientras el mismo Estado nos pagaba unas cervezas que sí estaban subvencionadas... Da que pensar en cómo funcionan las cosas.
Resulta que mi amigo, todo un ingeniero aeronáutico él, habiendo acabado la carrera en un tiempo medio normal, con un proyecto de fin de bastante laborioso, laborado y que ha despertado el interés de parte del mundo académico (que no del privado) me hablaba, en sus cuitas, sobre la preocupación que le traía el hecho de haber echado una solicitud de trabajo para Albacete: "Jose...¿y qué demonios haría yo en Albacete?". Y es que mi amigo anda bastante preocupado pues, pese a tener una formación tan requerida y especializada como una ingeniería aeronáutica, lleva más de tres meses buscando trabajo.
Circunstancia dura, la del paro a la que hoy mismo me he visto arrogado por las maquinaciones de mi felona y mediocre ex-jefa. El caso es que, los dos hablábamos sobre cómo solucionar el mundo y los malos del país entre caña y caña y a mí me vino a la mente el título de la película de Fernando León, Los lunes al sol, mientras degustábamos nuestras cañas en una "terraza" dentro de un edificio con aire acondicionado. Tenía gracia vernos como Santa y compañía hablando de los males del país mientras tomábamos algo menos de un tercio a menos de un euro. Dicho bar está en cierto centro cultural de Villaverde.
En una escena de la película comentada, Santa, aka Javier Bardem, comenta por qué les han desmantelado los astilleros a los vigueses. Resulta que salía mucho más barato hacer los barcos en Corea y traerlos a España. Y es que, el trabajo como el dinero, pocas veces se esfuma. Mi amigo se quejaba y me decía que ya no podía optar a la beca de doctorado, un sueldo mal pagado que le podría permitir tirar adelante durante unos meses. Decía que los recortes del gobierno pueden que al haber restringido la I+D, también se han podido cargar ese tipo de becas de investigación. El dinero público, al parecer, sí se esfuma, pero de manera oficial, con los tijeretazos del gobierno de turno...
Hablábamos sobre esto mientras yo hacía una llamada de atención: "tío, menos mal que hemos descubierto un sitio en el que ponen cervezas con tapa por un euro pero...¿cómo pueden estar tan baratas?". La respuesta, al unísono: "¡Es un centro cultural! ¡Están subvencionadas!". Y nos comenzamos a reir, de manera dramática, al hacer la siguiente conclusión: el dinero público no puede ir a I+D pero sí a subvencionar un bar vacío en un centro cultural, un local en el que, aparte de promover la cultura y el conocimiento, supuestamente, promueven el consumo de cerveza.
Sé que he sido muy demagógico pero da que pensar que ambos, titulados superiores, estuviésemos un bar quejándonos de la prostitución de la res pública y de lo mal que va todo... mientras el mismo Estado nos pagaba unas cervezas que sí estaban subvencionadas... Da que pensar en cómo funcionan las cosas.
2 comentarios:
Los de mi gremio (Ingeniería Informática) decimos que nuestra carrera tiene tres salidas:
- Tierra
- Mar
- Aire
Seguramente se pueda aplicaar algo parecido a tu amigo
Es que la cerveza debería estar subvencionada en todas partes! me pregunto si haciendo cerveza conseguiríamos una subvención. Tendríamos que habernos hecho maestros cerveceros, y dejarnos de carreras. O políticos.
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